CAPITULO XI.
Nessie estaba acostada en su cama, viendo televisión, aunque la verdad no veía nada en realidad. Ya que estaba pensativa. Fue cuando escuchó el timbre de la puerta, ella se paró, vestía unos pantaloncitos de tela de algodón cortos, justo en donde terminaban los glúteos color crema y una franela larga hasta los mulos, los cuales cubrían los pantalones, era un camisón blanco su pelo estaba en una cola alta, ella descalza fue a abrir la puerta. A ella no le importó la fachada que llevaba, al abrir la puerta se quedó de una pieza al ver quien estaba frente a ella. Jacob al verla no pudo evitar darle un vistazo de arriba abajo, una sonrisa se dibujó en sus labios al verla tan sencilla y a la vez tan hermosa.
_ ¿Qué se supone que estás haciendo aquí?... –dijo Nessie entre dientes-.
Jake la miró a los ojos.
_ Pensé que tenía una invitación abierta… -dijo mientras sacaba una botella de atrás de su espalda, era un vodka, Nessie abrió los ojos como platos-.
_ ¿Vienes a confirmar que soy una puta?... –dijo Nessie molesta y aquello le arrancó una carcajada a Jake-.
_ NO. Vine a pedirte disculpas, por como me he comportado… no ha sido la forma indicada… ¿no me invitas a pasar?...
Nessie frunció el seño molesta. Mientras le abría el paso para pasar. Jake sonriéndose entró y Nessie lentamente cerró la puerta, mientras le miraba fijamente, Jake llegó a la sala y se acomodó en un sofá, Nessie seguía de pies al lado de la puerta.
_ Aquella noche… -dijo Jake mientras ponía el Vodka en la mesita de centro-. Antes de que llegáramos a… ya sabes qué, si es que lo recuerdas, estuvimos hablando mucho, y la verdad compaginamos bastante… entiendo que el alcohol y el hecho de que simpatizáramos de esa manera nos hizo terminar… -miró el sofá en donde ellos habían tenido relaciones y aguardó unos segundos en continuar, eso hizo que Nessie mirara el sofá también y aquellos recuerdos provocaran una sacudida interna dentro de ella, Nessie sintió que su corazón iniciaba a latir mas rápidamente, Jake la miró fijamente a los ojos y continuó-. Fue un error… lo he comprendido… tal vez he estado algo necio, por el hecho de que heriste mi ego al no recordar ni siquiera mi nombre al día siguiente, pero ya me quedó todo claro… y he venido esta tarde para pedirte que me disculpes, aquello está completamente olvidado y he venido a decirte que eso que pasó no debe impedir que podamos ser amigos… por eso he venido con mi bandera blanca… -dijo mientras tomaba unos segundos la botella y la agitaba-. En son de paz… ¿Qué dices?...
Nessie lentamente caminó al sofá que estaba frente a él y se sentó, Jake bastante serio no apartaba su mirada de ella, Nessie lo miró mientras se alzaba de hombros.
_ No hay problema… solo quiero aclararte algo… yo no acostumbro a acostarme con cualquiera… lo que has dicho ha tenido razón… -ella habló en un susurro-. Compaginamos bastante… y el alcohol… no ayudó… al día siguiente solo me asusté… apenas nos conocíamos… no tengo problema en llevar las paces contigo…
Jake sonriéndose se echó para adelante, extendiéndole la mano, la cual Nessie luego de unos segundos le correspondió.
_ Bien… ahora que todo está claro… -dijo Jacob sonriéndose-. ¿Y bella?... –dijo Jake cambiando de tema-.
Nessie se alzó de hombros, mientras se daba la vuelta y se dirigía a la cocina, ella no se percató que Jake se puso de pies y le siguió. Ella al llegar a la cocina se giró para mirar a Jake quien estaba parada justo detrás de ella, entonces ambos quedaron parados frente a frente a poca distancia uno del otro.
_ A ver, Jake… dime qué es lo que en realidad quieres…
Jake serio dio un solo paso para acabar completamente con el espacio que había entre ambos, haciendo que Nessie retrocediera un paso hacia atrás.
Nessie Pov.
De manera inmediata me vi acorralada entre la encimera y el cuerpo de Jake, quien mirándome fijamente a los ojos, apoyó ambas brazos en mis costados, sus manos se aferraron del borde de la encimera dejando mi cadera sellada por sus fuertes brazos, nuestras miradas se aferraron la una de la otra, no entendí la razón porque mi cuerpo se estremeció ante su cercanía, no se si el estremecimiento se debía a la forma lujuriosa con la que él me estaba mirando, no se si debía a su cuerpo casi adherido al mío, pero sin tocarme, no se si al sentirme acorralada por su cuerpo, lo que si se que mi respiración estaba acelerándose de manera violenta, Jake susurró ya que estaba tan cerca de mí que no tendría que alzar la voz, su mirada estaba fija en la mía.
_ Me gustas demasiado Nessie… y en verdad no sabes cuanto me dolió que no recordaras ni siquiera mi nombre… -dijo y eliminó por completo el espacio entre ellos, haciendo que su cadera se adhiriera a la mía, yo cerré los ojos por unos segundos y luego lo miré. Él inclinó su cabeza y con su labio rozó muy levemente mi mejilla, yo me sentí tensa, mientras sentía que mi fuerza de voluntad abandonaba mi cuerpo, mientras sus labios en un perceptible roce rodaron desde mi mejilla hasta mi oreja, su susurro erizó por completo mi piel, llevé una mano a su hombro para sostenerme de algo.
_ ¿Tan malo fui que no te acuerdas de todo lo que hicimos esa noche?... –Cerré los ojos y me dejé sentir la agradable sensación que este hombre me estaba provocando-. Yo cumplí con mi promesa de no olvidar aquello, cada segundo recuerdo tu piel desnuda debajo de la mía, recuerdo tu imagen desnuda de tal manera que puedo pintarte a punta de memoria… recuerdo verte jadear de puro placer sobre mi… cabalgándome de tal manera que me dejaste idiotizado… me gustaste desde el primer momento en el que te ví, Nessie… por eso he venido a suplicarte que por favor… me dejes comprobar que no fue un sueño… quiero ver si todo lo que llevo en mi memoria no fue solo un sueño… necesito estar dentro de ti… hazlo por mí, porque de no aceptarlo… juro que voy a terminar en un manicomio…
Sus palabras me llenaron de un deseo que nubló mi conciente y yo llevé ambas manos a su rostro y despegué sus labios de mi oído para hacer que me mirara, y sin pensármelo mas de dos segundos junté mis labios a los de él, de manera suave, permitiéndome disfrutar de la humedad de su lengua, la humedad de sus dulces labios, mis manos fueron a rodear su cuello y él rodeo mi cintura, besándome con una pasión que me gustaba pero que a la vez me preocupaba, me obligué a no pensar nada mas y solo disfrutar el momento, de manera lenta sentí sus manos tomar el dobladillo de mi polera y no puse resistencia a que me la sacara por la cabeza, quedando en sostén frente a él, yo le saqué la de él y continuamos besándonos de manera lenta, sus labios abandonaron los míos, para ahora besar mi mandíbula con suave lamidas que me hicieron humedecerme rápidamente, ya a este punto solo quería seguir, una de sus manos apartó una de las copas de mi sostén, permitiéndole a sus labios chupar la cima de uno de mis pezones, mi cabeza se fue hacia atrás y de manera inconsciente mi cadera se elevó haciendo que nuestras ingles se rozaran, lo sentí tan duro que de mis labios brotó una jadeo algo fuerte, Jake siguió atendiendo mi pezón con su boca, mientras que con la mano me bajó el pantanosito que llevaba puesto, lo terminó bajando con los pies, mientras él se quitó los zapatos, yo comencé con el juego de caricias, disfrutaba acariciar aquel pecho fuerte y pectorales increíbles, yo le desabotoné el pantalón y cuando bajé el cierre, Sin apenas darme cuenta, Jake me elevó por las caderas, haciendo que mis piernas envolvieran su cintura, nuestros sexos estaban juntos y aquello provocó un descontrol en ambos, él buscó mis labios de manera desesperada y yo correspondí de la misma manera. Él mientras me besaba con pasión, con urgencia, me trasladó a mi habitación, ahora ya nada importaba para ambos. Jake me tumbó sobre la cama, al parecer recordaba la habitación, porque fue justo a la mía. Una vez se separó de mi, al mismo pies de la cama con urgencia se terminó de desnudar frente a mí, luego retiró mi ropa interior y le ví sacar un condón de no se donde, yo lo miraba algo aturdida, y muy excitada. Mientras esperaba por él.
_ Me tienes sumamente, loco Nessie…-lo dijo mirándome fijamente a los ojos mientras me cubría con su cuerpo desnudo y se colocaba entre mis piernas, las cuales ya las tenía abiertas y sin más preámbulos de una estocada me penetró haciéndonos gemir a ambos al mismo tiempo. Estaba empapada y sentía como su miembro entraba y salía a un ritmo que lograría llevarme al cielo en tiempo record. Él tomó el control de aquello, ya que al mismo tiempo que me penetraba con tal fuerza y rapidez, no dejaba de besarme el cuello, lo besaba con deleite, y de repente buscó mi rostro y sin dejar de embestir me miró a los ojos, su mirada fue la gota que derramó el vaso, ya que mi centro se contrajo como nunca, haciendo que aprisionara su miembro con tal fuerza, cosa que Jake tomó con mas animo, provocando que en tres embestidas mas, ambos llegáramos al orgasmo, jadeando de forma inigualable. Él se dejó caer sin fuerzas sobre mí, yo ni siquiera sentí su peso sobre el mío, mi corazón estaba amenazando con salir de mi pecho.
_ Lo siento… -dijo él susurrando en mi cuello, la verdad sentía su respiración también demasiado agitada-. Pero la verdad no tengo fuerzas ni para moverme…
_ No…importa…ni siquiera me pesas…-por supuesto que no sentía su peso, ya que mi cuerpo aún lo sentía dentro de mí, mierda ni siquiera debía pensar en aquello ya que un estremecimiento de placer transitó en mi centro volviendo a convulsionar y apretar el pene de Jake en mi interior-.
Él gimió en mi cuello.
_ Mierda… -dijo en un jadeo-. Vas a acabar conmigo….
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Alice se estacionaba en la puerta de su gran casa. Ella y Bella se desmontaron del porche, al mismo tiempo. Las maletas iban en el asiento trasero. Eran muchas maletas, Bella miró con preocupación a Alice, ya que en el apartamento, ambas sonsacaron al seguridad para que les ayudara, aquí ¿Quién la iba a ayudar?... y como mandados del cielo, en ese momento, Alice y Bella vieron el volvo plateado de Edward estacionarse justo detrás del porche amarillo, una sonrisa inmensa se dibujó en la cara de Alice, al ver a Edward bajarse del asiento del conductor y a Emmet del copiloto. Bella miró fijamente a Edward quien se veía tan bien y relajado. Él y Emmet se acercaron a ellas, Emmet tenía una hermosa y grande sonrisa en sus labios.
_ Ey… ¿Qué hacen?... –dijo Emmet y Edward se sonrió, con esa maldita sonrisa tan típica de él que desarmaba a cualquier mujer-.
_ Em… ayúdennos a subir estas maletas a la casa… -dijo Alice con cara de corderito sufriendo-.
_ ¿Ya te vas a quedar?... –dijo Edward mirando a Alice, solo había mirado a Bella por unos segundos y fue cuando todavía estaba dentro de su auto, ahora solo la ignoraba 100%, aunque eso solo lo notó Bella, quien de reojo no podía apartar la mirada de él-.
_ Si… aunque todavía me quedan unas cuantas cosas en el apartamento de Rose…
_ ¿Están empacadas?... –dijo Emmet interesado-.
_ Si… -dijo Alice-.
_ Pues… Edward ayudemos a las chiquillas a subir esto, que luego me voy a caer en casa de Rose, para traer las maletas restantes de tu hermana…
_ No necesitas excusas para meterte en la cama de Rose… -dijo Edward burlándose de él-. Jasper no se anda por aquí…
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Bella Pov.
Alice y yo estábamos algo exhaustas, los chicos habían subido las maletas a la habitación de Alice y luego se habían retirado. Ahora yo me encontraba sentada en la cama, viendo a la pequeña duende tratar de acomodar su quintal de prendas en su inmenso armario, la veía bailar en la habitación de un lado para otro, a tal punto que ya me sentía mareada.
_ Ali… voy por un poco de agua… -dije mientras me paraba de la cama, ella me miró por encima de su hombro-.
_ Bien, no te tardes, tengo unos bikinis nuevos que te van a quedar como anillo al dedo, iremos a darnos un chapusón a la piscina…
Rodeé los ojos y salí de allí la mas rápido posible, al salir cerré la puerta y fue cuando ví la puerta de la habitación de Edward semi abierta, iba a caminar rumbo a las escaleras, pero la maldición que escuché de los labios de Edward del otro lado de la habitación, me preocupó, me detuve y en silencio esperé unos segundos, fue cuando escuché el sonido hermoso de un instrumento musical, una guitarra. Edward debía estar tocando la guitarra y se escuchaba muy bien, no había duda que no solo tenía talentos para conquistador. Caminé lentamente hacia su habitación, y al estar la puerta semi abierta pude pararme en el umbral y allí lo ví, en una esquina de la habitación, sentado en una silla frente al ventanal, estaba inclinado, con el seño fruncido y mirando asesinamente su guitarra, mientras tocaba sus cuerdas.
yo sin duda lo vi tan concentrado y la música en realidad me embobó bastante. Por su forma de mirar el instrumento, por la forma tensa de su postura, me dejaba entender que algo le molestaba, traté de girarme sobre mis talones sin hacer el mínimo ruido, pero como siempre mi torpeza salió a flote. Parece que estaba tan concentrada en verlo, que no me había percatado que estaba adentro de la habitación, calculé en solo girarme y darme la vuelta, pero como la puerta estaba semi abierta, mi frente chocó con ella, haciendo un ruido y provocando que yo tirara un gritito de dolor.
_ Aauch!... -dije mientras llevaba mi mano a la frente por auto reflejo-.
Edward giró de golpe y al verme, de un salto, rápidamente se puso de pies, dejando la guitarra en la silla y corriendo hacia mí. Se acercó sumamente preocupado. Al colocarse frente a mí, ví por sus ojos que estaba asustado, llevó su mano a mi frente, colocándola sobre la mía, la cual tapaba el golpe.
_ ¿Estas bien, Bella?... –dijo alarmado-.
Yo al sentir su mano tocar la piel de la mía, sentí un cosquilleo que nunca antes había sentido, por lo que reaccioné echando un paso hacia atrás.
_ No me toques, por favor… -mierda… mi tono salió con una suplica, ví que Edward al escucharme, apartó la mirada de donde presumía que me había golpeado y me miró directo a los ojos, ambos nos mirábamos, yo no aparté la mano de mi frente, la verdad sentía que me latía fuertemente, noté que la mirada de Edward se relajó, pero la manera profunda con la que me miraba estaba logrando ponerme nerviosa, él estaba pensando algo y yo hubiese dado lo que fuere por saber que era lo que estaba pensando-.
_ Bella… -dijo en un susurro-. Permíteme ver si te golpeaste duro… puede que te hayas hecho daño… déjame ver…
Y sin esperar mi permiso, dio los pasos necesarios, para quedar parado justo frente mío, vi su mano levantarse y llegar a la mía que estaba sobre el golpe y quitarla, Edward quien era mucho mas alto que yo, quitó su mirada de mis ojos, yo respiré aliviada, ya que sentía que me estaba poniendo mas nerviosa de lo normal. Posó sus ojos esmeraldas en mi frente. Yo suponía que el golpe no debía ser nada del otro mundo. Al menos eso esperaba. Aproveché que él era alto, y estaba mirando mi frente, para yo mirar sus labios, que eran lo que estaban frente a frente a mis ojos, eran rosados, se veían suaves, y aunque me recriminé de inmediato por mi actitud de infidelidad hacia Mike, en ese momento hubiese querido que me besara. No me percaté de que mi deseo era tan fuerte, hasta que sentí unas mariposas en mi estómago, las cuales provocaron que mi respiración se fuera acelerando, la sensación, era deliciosa, nunca antes la había sentido con Mike, era como si muriera por un roce de sus labios, me mojé los labios y tragué saliva, debía obligarme a apartar mi mirada de sus labios, sentí que Edward lentamente dio un paso mas hacia mi, provocando que yo levantara la mirada hacia sus ojos, Edward me estaba mirando fijamente, su respiración golpeaba mi rostro y por un momento me sentí vulnerable ante él. Capaz de ceder cualquier cosa ante él. Su mirada era indescifrable para mí, tenía el seño un poco fruncido como si se debatía en dar el paso o no. Quería que me besara, necesitaba que lo hiciera.
Mi mano involuntariamente fue a la solapa de su camisa, no sabía que me estaba pasando, noté que mis manos lentamente temblaban. Mis ojos bajaron de los de él a sus labios, ví como Edward sin apartar su mirada de mis ojos, lentamente se fue inclinando, estudiaba mi expresión, era como si temiera que yo le rechazara, yo trataba de pensar en lo correcto, por tal razón mencionaba aquel nombre en mi mente repetidamente, “Mike, Mike, Mike, Mike”. Nuestros labios estaban tan cerca, que ya casi sentía los de él sobre los míos, Edward cerró los ojos antes de tocar mis labios, y aquello bastó para que yo reaccionara, rápidamente me separé de él y lo ví quedarse en la misma posición, mierda, era la segunda vez que le hacía eso, Edward se quedó unos segundos en la misma posición, mirando para el suelo, yo me pasé la mano repetidamente por la cara, tratando de tranquilizar mi temblor, estaba tan nerviosa.
Al ver que Edward no hacía nada por reaccionar, la que reaccionó fui yo, y lo que hice fue salir corriendo de la habitación, crucé el pasillo y entré de manera abrupta a la habitación de Alice, ni siquiera repuse que en ella se encontraban Alice y Jasper sentados en la cama, yo corrí directo al Baño cerrando la puerta con seguro luego de entrar, me recosté de la puerta, escuché que alguien tocó la puerta, la voz de Alice sonó del otro lado preocupada.
_ Bella… ¿estas bien?...
Tomé aire por la boca, para tranquilizarme.
_ ¿Bella?... –dijo Alice sin dejar de tocar-.
Mi respiración estaba agitada.
_ Ya salgo, Alice, solo dame unos segundos…
Hubo un silencio, en el que yo aproveché para tranquilizarme, tomaba aire por la boca y la votaba por la nariz, ¿ustedes se preguntarán que me ha pasado?... ¿Por qué he reaccionado así?... y la respuesta ni yo la sabría, la verdad es que la lucha fuerte que había en mi interior me estaba matando, una parte de mí deseaba haber permitido que Edward me besara, era como una necesidad inexplicable, y la otra parte de mí me hacia saber que no era correcto, no podía hacerle eso a Mike, sería una traición a la que yo no me prestaría. Dejé mi espalda apoyada de la puerta y me fui arrastrando hasta quedar sentada en el piso, con mis manos me tapé la cara, la verdad la cercanía con Edward me provocó un sin números de sensaciones que nunca antes la había sentido. Luego de unos minutos, unos golpecitos en la puerta, me hicieron despertar del ensismamiento en el que había estado, no se por cuanto tiempo.
_ Bells… -dijo Alice del otro lado de la puerta-. Te dejo sobre el manubrio de la puerta los trajes de baños, si en 20 minutos no llegas con ellos puestos a la alberca te juro que subiré yo misma por ti…
_ No querrás ver lo mala que es cuando se enoja… -dijo Jasper del otro lado y lo escuché quejarse luego de un golpe-. Auch… -dijo y escuché como dijo entre dientes-. “Enana maldita”
_ Te espero, Bells… -dijo Alice. Escuché unos pasos y luego silencio, yo abrí la puerta tomé los bikinis y volví entrar en el baño-.
Me duché y luego me puse los bikinis, los cuales eran muy lindos, algo sexys y poco conservadores, eran de color azul cielo, me quedaban como anillo al dedo.
Edward Pov.
Cuando la ví salir de la habitación corriendo, levanté la cara hacia la puerta, mientras me llevaba las manos al pelo y tiraba de él, las sensaciones que estaban pasando por dentro de mí eran distintas, frustración, rabia y desconcierto. Frustración porque estaba 100% seguro de que Bella deseaba ese beso tanto como yo, rabia porque no entendía que mierda le pasaba a esa chica, ¿Por qué diablos una persona tiene que cohibirse tanto de algo que desea?... si será terca la muchachita, y desconcierto el estar tan cerca de ella y sentir como ella me miraba los labios, como su respiración se colaba en mis fosas nasales, sentí la necesidad incesante de rozar sus labios con los míos. Como un zombi me dirigí a mi cama y me senté en una orilla, mirando a la nada, me quedé pensativo, sin duda alguna, Bella no era el tipo de chica que frecuentaba, si es preciosa, y debo admitir que el hecho de que me pongas las cosas difíciles me haya hecho verla como un reto, pero igual no es mi tipo, seguro que su inexperiencia la debe hacer algo aburrida, si no fuera por la maldita apuesta y porque cree estar muy segura de no serle infiel al noviecito ese que tiene, seguro que ya la hubiera soltado, no solo quería ganar la maldita apuesta, si no que también necesitaba hacerle saber a esa niña, que todavía no existe la mujer que se resista a mis encantos…
_ Un dólar por tus pensamientos… -escuché a Jasper decir y giré mi rostro hacia la entrada de la habitación, Jasper estaba parado en la puerta con una sonrisa de oreja a oreja-.
_ ¿Qué quieres?... –le dije en tono agrio, Bella me había dejado de un humor de perro-.
_ Uf… -dijo Jasper con preocupación sin borrar esa estúpida sonrisa de su rostro-. Vamos a bajar a la piscina… ¿quieres ir?... irán Alice y Bella…
_ ¿Va Bella?... –dije entre dientes, Jasper se alzó de hombros-.
_ Pienso que sí, todavía no existe la chica que le diga que no a las ideas de Alice… solo espero que salga del baño, lleva roto encerrada allí…
Moví la cabeza pensativo, Jasper continuó.
_ Ali, les está enviando mensajes por los blackberry a los demás para que vengan a su tarde de piscina… ¿piensas unirtenos?...
_ Si claro… -dije-. Me cambio y bajo...
Jasper volvió a salir, yo entré a mi baño, me dí una ducha rápida, me puse unos trajes de baños de bermudas cortas, color rojo vino, me puse una polera blanca y unas pantuflas abiertas, llevé mis gafas negras en las manos, y salí de mi habitación, en el momento justo en el que Alice y Jasper salían de la habitación de ella, Alice llevaba el ceño fruncido como si estuviera molesta, y Jasper iba acariciándose uno de sus brazos, con cara de dolor, Alice iba en unos bikinis rojos con unos pantaloncitos de mezclillas cortos y en pantuflas, Jasper iba en traje de baños de bermudas cortos color negros, que le llegaban hasta la rodilla, polera y en pantuflas. Ambos me miraron.
_ ¿Y Bella?... –dije al no verla salir con ellos-.
_ Sigue encerrada en el baño… -dijo Alice entre dientes-. De no bajar en unos minutos vengo por ella… -dijo tomando el rumbo hacia las escaleras, Jasper inicio el paso, pero al ver que nos le seguí se detuvo y se giró para mirarme.
_ ¿Vienes?...
_ Los alcanzó ahora… -le dije-. Voy a esperar a Bella…
_ No se tarden… esa enana maldita está con un humor de pe…
_ ¡¡¡¡JAAAAASPEEEERRRR!!!... –gritó Alice desde abajo y Jasper dejó la frase a medias, para salir corriendo hacia las escaleras a mí me salió una carcajada-.
Bella Pov.
Me miraba en el espejo del baño, la verdad es que me veía bien, bikinis azules y unos pantalones anchos negros que eran tan largos que casi se arrastraban en el piso, no me puse polera, arriba solo llevaría el bikinis, el pelo me lo recogí en una cola.
Sacando mechones por delante, ya estaba lista cuando me decidí a salir del baño, al hacerlo me quedé de una pieza ante la imagen que estaba parado recostado del buró, que en cuanto me vio salir despegó su cuerpo del buró y por mas discreto que trató de ser ví que me tiró un vistazo de pies a cabeza, para luego detenerse en mis ojos.
_ Bella… -dijo en un susurro y yo me maldije al ver que la tranquilidad que había conseguido a pura cuesta dentro del baño, en solo un segundo Edward había provocado que se fuera al mismísimo coño, su mirada fija en mis ojos me hizo morder mi labio inferior, lo ví retirarme la mirada de manera rápida y dirigirse a la cama de Alice y sentarse en la cama, su mirada iba a todos lados menos a mi rostro-.
_ ¿Qué es lo que quieres Edward?... –le dije y él levantó su mirada para mirarme a los ojos, nunca había visto unos ojos tan hermosos como los Edward. Su mirada me iba a matar.
_ Necesitaba hablar contigo… -dijo, estaba sentado y por su cuerpo tenso sabía que le costaba lo que iba a decir y yo me cruce de brazos esperando a que hablara, lo ví sonreírse por unos segundos. Sonrisa que no subió a sus hermosos ojos, luego volvió a hablar-. Primero que todo… te mereces una disculpa, por la forma grosera en que te traté hoy en la universidad… la verdad… reaccioné agresivamente esta mañana, porque la verdad no esperaba que tú me dijeras esas cosas, la verdad solo trataba de agradarte y hacerte pasar un buen momento… espero que olvides lo de pueblerina insignificante en realidad no es lo que pienso de ti… -dijo él sin imaginar que de todo lo que dijo, lo que mas me dolió fue la forma en que me restregó en mi cara que yo NO estaba en su liga, él continuó con su monólogo, sin apartar su mirada de la mía-. Disculpa también por lo del celular… te prometo que mañana a primera hora tendrás uno nuevo en tus manos…
_ Te lo voy a agradecer… -dije con acidez al recordar el momento agradable entre Mike y yo que cortó por su brutalidad-.
_ Bella… eres preciosa… -dijo muy serio-. No te voy a negar que no seas del tipo de chica que frecuento, pero quiero que sepas que a pesar de todo… me gustas… -yo me quedé de una sola pieza, mis ojos se abrieron por el asombro-. No pienso dar un paso hacia delante, porque respeto tu forma de ser… y se cual es tu actitud en cuanto al noviazgo ese que llevas… mientras, me conformo con que seamos amigos, o que nos tratemos, si quieres…
_ Edward… -dije aturdida-. ¿A que viene que me salgas con eso ahora?...
_ ¿El que te diga que me gustas?... pues me he dado cuenta en el momento en que desee besarte como lo hice horita… -dios sentí mi rubor y lo miré, él estaba serio-. En serio… hubiese dado cualquier cosa porque no te apartaras cuando mis labios estuvieron a punto de tocar los tuyos, pero igual… se porque te has resistido y lo voy a olvidar… te digo todo esto a la clara porque es mi forma de ser, odio los rodeos… pues bien… -dijo sajando el tema, como si hubiera estado hablando del clima mientras se ponía de pies y me sonrió con esa sonrisa ladeada que se estaba convirtiendo en mi favorita-. ¿Qué dices?... ¿hacemos las paces y volvemos a tratarnos?... –dijo acercándose a mí y extendiéndome la mano como dos amigos-.
Yo dude dársela, pero en 5 segundos, mi mano se levanto y tomo la de él, sentí que el agarre de la mano de Edward no fue uno normal y corriente, sus dedos fueron acariciando los míos, hasta tomar la mano completa y aquello provocó que una corriente eléctrica estremeciera mi cuerpo de una manera deliciosa, él al tener mi mano agarrada de manera cortante me jaló hacia la puerta.
_ Vamos… te aseguro que no querrás ver a una Alice enfadada…
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***
En el área de la piscina… Cuando Bella y Edward bajaron, se encontraron con que Jasper y Alice estaban dentro de la piscina, justo debajo de la cascada, la piscina hermosa y arriba había un jacuzzi el cual pasaba agua a la piscina de la primera planta, haciendo una especie de cascada. Edward y Bella se sentaron en una mesa de esas que tenían sombrillas, cuando vieron aparecer a una chica vestida con uniforme de servicio. Edward frunció el seño.
_ ¿Quién eres?... –le dijo él con duda-.
La muchacha lo miró algo aturdida.
_ Hemos sido contratadas, por la señora Carmen…
Edward imaginó que Carmen sola, no daría abastos para todos ellos.
_ ¿A cuantas chicas contrató Carmen?...
_ Tres conmigo, mas el jardinero… ¿Qué desean de tomar?...
Edward miró a Bella. Esta miró a la chica.
_ ¿Margarita?...
_ Bien… -dijo Edward-. Una margarita para la joven y un Whiskys doble para mí…
_ Permiso… -dijo la chica mientras se marchaba-.
Bella se fijó en Edward quien se puso sus gafas oscuras, aquello la molestaba un poco, porque en realidad no sabía a quien miraba Edward. Por tal razón trató de mirarlo lo menos posible. Luego de 30 minutos Bella y Edward se enfrascaron en una conversación a mena, sin hablar nada de importancia.
_ ¿Me prestas tu celular, Edward?... –dijo Bella de golpe y Edward se sonrió un poco, mientras le extendía sobre la mesa el aparato-. Gracias… -dijo ella mientras marcaba aquel número que se sabía de memoria-.
_ Newton… -escuchó ella la voz de Mike, la verdad aquel tono serio y formal de Mike le sacó una sonrisa, Edward la miraba-.
_ Hola, amor… ¿Cuánta formalidad?... –solo bastó aquello, para que Edward borrara la sonrisa de su rostro y mirara para la piscina, ahora su atención era 100% para su hermana y Jasper, Bella miró a Edward y sonrió divertida al ver la actitud de Edward, no entendió porque pero le agradó el hecho de que él no se sintiera cómodo, escuchando su conversación, cosa que aprovechó ella para continuar-.
_ Oh, linda… -dijo Mike del otro lado-. No imaginaba que fueras tú, como no reconozco ese número… ¿Qué pasa con tu celular…
_ Tuve un percance con el aparato… gracias a un… mal educado, se averió… -Edward miró a Bella, pero sin mover la cara, y debido a las gafas oscuras Bella no se percató que él, detrás de esas gafas oscuras la miraba con sus esmeraldas profundas-.
_ ¿Cómo que se averió?... –dijo Mike molesto-.
_ No te preocupes, cielo… -dijo ella melosa-. Ya mañana me lo repondrán…
_ Espero que te vuelvas a ser de un Blacberry… así podemos estar comunicados por el BB pin, con un simple mensaje…
_ Sabes que odio eso de los mensajes, no me gustan, además prefiero escuchar tu voz…
Bella escuchó a Edward bufar y lo fulminó con la mirada, Edward le hizo con el dedo índice y mayor como si fuera una tijera, mientras ponía cara de asco y en mímicas le decía a Bella “corta… corta”.
_ Mike… voy a tener que dejarte, es que el mal educado que me prestó el teléfono lo quiere de regreso… ¿hablamos mañana?...
_ Claro, linda… cuídate…
_ Bye… -dijo ella y cerró mientras le extendía el teléfono a Edward-.
_ Gracias por lo de MAL EDUCADO… -dijo Edward con una nota de ironía, Bella le sonrió de manera falsa-.
_ Debiste aventar tu celular a la piscina…
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En el apartamento de Nessie, ella estaba acostada en su cama, solo cubierta por las sabanas, Jake salió del baño, en boxer, y bajo la atenta mirada de Nessie buscó sus pantalones, tomándolos del suelo y se los puso, Nessie tenía su mirada fija en los pectorales de Jake, quien se giró y al verla tan concentrada se sonrió.
_ ¿Te gusta lo que ves?...
_ Por supuesto… -dijo ella y Jake se puso los pantalones fue cuando vio su blacberry, el cual estaba en una de las mesitas de noche, él lo tomó, era un mensaje por la red-.
Emmet: “estamos camino para la casa, los chicos se encuentran allí, tarde de piscina, así que no te tardes, nos encontramos allá”…
_ ¿Quién era?... -le dijo Nessie, mientras que ahora era su celular el que sonaba con un mensaje-.
Ella lo tomó y leyó:
Rose: “vamos a casa de los Cullen, Alice y Bella están allí, trae tus lindos bikinis, que nos daremos un chapuzón en la piscina, así que para tu culo de donde quiera que estés y arranca”…
_ Era Rose… -dijo Nessie-. Aparentemente todos están en tu casa…
Jacob la miraba a ella fijamente.
_ Bueno… pues arranquemos para allá, ¿Qué te parece?... –dijo Jacob, poniéndose la camisa, Nessie le miró fijamente, mientras lo notaba algo indiferente-.
_ Quisiera darme un baño primero… -dijo Nessie entre dientes, mientras se ponía de pies, en vuelta en las sabanas, Jake al terminar de ponerse los zapatos le miró-.
_ Mejor sería que me fuera primero, no es bueno que nos vean llegar juntos, ¿no crees?... –Nessie solo le miraba, él se paró de la cama, en donde se había sentado para ponerse los zapatos y tomó de la mesita de noche su billetera y reloj, se acercó a Nessie y de manera despreocupada acercó sus labios a los de ella, y abrió un poco la boca para darle un beso mojado que apenas duró un segundo-. No te tardes, nos vemos horita… -y sin más salió de la habitación como si hubiese estado solo en la habitación, Nessie se quedó descolocada ante la forma de actuar de Jake, es que ese no podía haber sido la misma persona que horas anteriores le rogaba que le complaciera con un poquito de ella-.
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GRACIAS GRACIAS GRACIAS, A TODAS LAS QUE LEEN MI HISTORIA.